La lipotransferencia facial es una técnica quirúrgica que implica la aspiración de grasa de una zona del cuerpo, como la cara interna del muslo, el abdomen, los flancos o las cartucheras, para transferirla a áreas faciales que requieren mayor volumen o revitalización de la piel.

En primer lugar, se utiliza una técnica de liposucción para extraer la grasa de la zona donante seleccionada. Una vez extraída, la grasa se procesa antes de ser reinyectada. Algunos de los métodos utilizados para este procesamiento incluyen la decantación, en la cual la grasa se deja reposar para separar los componentes más pesados; la centrifugación, que purifica la grasa mediante un proceso de centrifugado; y sistemas especializados como Nanofat o Puregraft, que preparan la grasa de manera más eficiente para su reinyección.

Finalmente, la grasa procesada se inyecta en las áreas faciales que necesitan volumen o revitalización. Esta grasa actúa como un relleno natural, mejorando la apariencia de la piel y proporcionando un aspecto rejuvenecido.

La lipotransferencia facial es una opción excelente para quienes buscan una solución natural y duradera para el rejuvenecimiento facial. Utiliza la propia grasa del paciente, lo que reduce el riesgo de rechazo o reacciones alérgicas. Además, mejora el volumen y la calidad de la piel en las áreas tratadas, proporcionando un aspecto más fresco y juvenil. La técnica es versátil y puede aplicarse en diversas áreas del rostro, como las mejillas, los labios, las líneas de expresión y las ojeras.